UNICEF ALERTÓ QUE AL MENOS 320 MIL NIÑOS DEL CUERNO DE ÁFRICA PUEDEN MORIR DE HAMBRE Viernes 21 de octubre de 2011 Telesur
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), advirtió este jueves, tres meses después de declararse la hambruna en varias regiones de Somalia, que más de 320 mil niños pueden morir por malnutrición en el Cuerno de África.
La Unicef resalta a través de un comunicado, que la respuesta internacional a la crisis de supervivencia infantil en la región (Cuerno de África) ha dado algunos resultados positivos, ante la sequía que los azota.
El director de Unicef para África Oriental y Meridional, Elhadj As Sy, aseguró que “la crisis está lejos de haber acabado y continuará hasta bien entrado 2012”, debido a la prolongada sequía, el encarecimiento de los alimentos y el conflicto de Somalia.
Al respecto, la organización señaló que miles de niños ya han muerto y alertó que más de 320 mil, la mitad de ellos en Somalia, “están gravemente malnutridos que pueden morir también las próximas semanas y meses si no se amplían rápidamente las operaciones de auxilio”.
Más de 13 millones de personas necesitan ayuda en la región, donde al menos 450 mil somalíes han buscado alojamiento en el campo de refugiados de Dadaab (noreste de Kenia), incluidos 100 mil desde el pasado junio, mientras otros 183 mil han huido a Etiopía y 20 mil a Yibuti, de acuerdo con reportes de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
En Somalia, advierte Unicef, la situación “se deteriorará más si no mejora de manera rápida y significativa el acceso de ayuda humanitaria”.
Pese a la crisis, la ONU resalta que la respuesta internacional a la crisis ha sido “extraordinaria” hasta la fecha.
En este sentido, la Unicef destaca que 108 mil niños malnutridos han recibido tratamiento en centros de alimentación, otros 1,2 millones de menores han sido vacunados contra el sarampión y 2,2 millones de personas han tenido acceso agua potable.
El pasado 20 de julio, la ONU declaró oficialmente el estado de hambruna en las regiones somalíes de Bakool (centro) y Bajo Shabelle, a las que se unieron en agosto Balcad (noreste) y Cadale (este), en el Shabelle Medio, y el campo de desplazados internos de Afgoye, en Mogadiscio (sureste).
En septiembre la ONU declaró también el estado de hambruna en una sexta región de Somalia, Bay )sur), y advirtió de que el problema amenaza con expandirse todavía más en los próximos meses.
Según las Naciones Unidas, el estado de hambruna se declara en una zona cuando al menos el 20 por ciento de la población padece una falta extrema de alimentos, más del 30 por ciento sufre malnutrición aguda y la tasa de mortalidad es de más de 2 personas al día por cada 10 mil habitantes.
La difícil situación humanitaria de Somalia se agrava, además, por el conflicto que sufre el país desde hace dos décadas, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barré.
El director de Unicef para África Oriental y Meridional, Elhadj As Sy, aseguró que “la crisis está lejos de haber acabado y continuará hasta bien entrado 2012”, debido a la prolongada sequía, el encarecimiento de los alimentos y el conflicto de Somalia.
Al respecto, la organización señaló que miles de niños ya han muerto y alertó que más de 320 mil, la mitad de ellos en Somalia, “están gravemente malnutridos que pueden morir también las próximas semanas y meses si no se amplían rápidamente las operaciones de auxilio”.
Más de 13 millones de personas necesitan ayuda en la región, donde al menos 450 mil somalíes han buscado alojamiento en el campo de refugiados de Dadaab (noreste de Kenia), incluidos 100 mil desde el pasado junio, mientras otros 183 mil han huido a Etiopía y 20 mil a Yibuti, de acuerdo con reportes de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
En Somalia, advierte Unicef, la situación “se deteriorará más si no mejora de manera rápida y significativa el acceso de ayuda humanitaria”.
Pese a la crisis, la ONU resalta que la respuesta internacional a la crisis ha sido “extraordinaria” hasta la fecha.
En este sentido, la Unicef destaca que 108 mil niños malnutridos han recibido tratamiento en centros de alimentación, otros 1,2 millones de menores han sido vacunados contra el sarampión y 2,2 millones de personas han tenido acceso agua potable.
El pasado 20 de julio, la ONU declaró oficialmente el estado de hambruna en las regiones somalíes de Bakool (centro) y Bajo Shabelle, a las que se unieron en agosto Balcad (noreste) y Cadale (este), en el Shabelle Medio, y el campo de desplazados internos de Afgoye, en Mogadiscio (sureste).
En septiembre la ONU declaró también el estado de hambruna en una sexta región de Somalia, Bay )sur), y advirtió de que el problema amenaza con expandirse todavía más en los próximos meses.
Según las Naciones Unidas, el estado de hambruna se declara en una zona cuando al menos el 20 por ciento de la población padece una falta extrema de alimentos, más del 30 por ciento sufre malnutrición aguda y la tasa de mortalidad es de más de 2 personas al día por cada 10 mil habitantes.
La difícil situación humanitaria de Somalia se agrava, además, por el conflicto que sufre el país desde hace dos décadas, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barré.