SE PROFUNDIZA LA RECESIÓN BRITÁNICA
Jueves 26 de julio de 2012 | Publicado en edición impresa
En medio del ajuste más drástico en décadas, la economía decreció por tercer trimestre seguido
LONDRES.- Golpeada por una amplia serie de factores, entre ellos los festejos del jubileo de la reina, la economía británica volvió a contraerse más de lo esperado en el segundo trimestre del año y elevó la presión sobre el gobierno conservador de David Cameron, que lleva adelante en las islas el peor ajuste en décadas.
Jueves 26 de julio de 2012 | Publicado en edición impresa
En medio del ajuste más drástico en décadas, la economía decreció por tercer trimestre seguido
LONDRES.- Golpeada por una amplia serie de factores, entre ellos los festejos del jubileo de la reina, la economía británica volvió a contraerse más de lo esperado en el segundo trimestre del año y elevó la presión sobre el gobierno conservador de David Cameron, que lleva adelante en las islas el peor ajuste en décadas.
El PBI británico retrocedió un 0,7% entre abril y junio, la tercera caída consecutiva, y mucho más elevada de lo que anticipaban los analistas.
Los malos pronósticos se exacerbaron cuando el ministro de Economía británico, George Osborne, reconoció luego que el país enfrenta problemas económicos estructurales tras confirmar los decepcionantes datos publicados por la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) sobre el proceso recesivo en el que está sumergida Gran Bretaña.
"Sabemos que el país tiene problemas económicos profundamente arraigados y estas cifras decepcionantes lo confirman", dijo Osborne, que reveló que el gabinete de Cameron se encuentra "implacablemente centrado" en la recuperación económica del país.
La economía británica había perdido ya 0,4% en el último trimestre de 2011 y 0,3% en el primero de 2012.
El retroceso del 0,7%, el más importante desde los tres primeros meses de 2009, cuando el mundo enfrentaba la peor crisis financiera desde 1930, fue impulsado especialmente por el hundimiento de la construcción (-5,2%), aunque también decrecieron la producción industrial (-1,3%) y los servicios (-0,1%).
Además, la economía sufrió el impacto negativo del feriado suplementario decretado durante el largo fin de semana de celebración del Jubileo de Diamante de Isabel II, a principios de junio, y del mal tiempo, dado que los meses entre abril y junio fueron los más lluviosos desde que empezaron a recopilarse estadísticas a principios del siglo pasado.
Los analistas afirman que la profundización de la recesión aumentará la presión sobre el gobierno para que reactive la economía después de una crisis que dejó a muchos británicos más pobres, con aumentos de precios y mayores impuestos que socavan los bajos aumentos salariales.
Sin embargo, Osborne cree que no tiene más dinero para un impulso significativo del gasto, tras comprometer su reputación con un duro plan para eliminar un déficit presupuestario que aún es cercano al 8% del PBI, una meta difícil de cumplir ante la falta de crecimiento.
La semana pasada, el Fondo Monetario Internacional (FMI) había afirmado que el país necesita "más estímulos financieros" y que tendría que tomar en consideración una reducción de la presión fiscal para 2013.
Revés para Cameron
Este dato decepcionante de la ONE supone un nuevo revés para la coalición gubernamental liderada por el conservador David Cameron, que ayer volvió defender su polémico plan de austeridad para reducir el déficit público, y apuntó a la tormenta financiera que desde hace meses estremece a la zona euro, de la que Gran Bretaña no forma parte.
"Esta nueva contracción muestra el alcance de las dificultades con las que lidiamos, en particular la situación en la eurozona, donde nuestros vecinos también tienen muchas dificultades", dijo el premier conservador.
Muchos británicos redujeron sus gastos desde el estallido de la crisis y las empresas están conteniendo sus planes de inversiones, dado que la escasez de demanda y temores sobre contagios por la crisis de deuda de la zona euro pesan sobre la confianza, mientras que la escasez de crédito afecta a las compañías más pequeñas.
El malestar social y su eventual impacto en la seguridad cotidiana es otra de las consecuencias que amenazan a Cameron, cuyo gobierno, en un informe del mes pasado, no descartó que vuelvan a estallar disturbios en los suburbios pobres de los mayores centros urbanos del país, como los que consternaron al país en julio del año pasado en la capital británica.
Los malos pronósticos se exacerbaron cuando el ministro de Economía británico, George Osborne, reconoció luego que el país enfrenta problemas económicos estructurales tras confirmar los decepcionantes datos publicados por la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) sobre el proceso recesivo en el que está sumergida Gran Bretaña.
"Sabemos que el país tiene problemas económicos profundamente arraigados y estas cifras decepcionantes lo confirman", dijo Osborne, que reveló que el gabinete de Cameron se encuentra "implacablemente centrado" en la recuperación económica del país.
La economía británica había perdido ya 0,4% en el último trimestre de 2011 y 0,3% en el primero de 2012.
El retroceso del 0,7%, el más importante desde los tres primeros meses de 2009, cuando el mundo enfrentaba la peor crisis financiera desde 1930, fue impulsado especialmente por el hundimiento de la construcción (-5,2%), aunque también decrecieron la producción industrial (-1,3%) y los servicios (-0,1%).
Además, la economía sufrió el impacto negativo del feriado suplementario decretado durante el largo fin de semana de celebración del Jubileo de Diamante de Isabel II, a principios de junio, y del mal tiempo, dado que los meses entre abril y junio fueron los más lluviosos desde que empezaron a recopilarse estadísticas a principios del siglo pasado.
Los analistas afirman que la profundización de la recesión aumentará la presión sobre el gobierno para que reactive la economía después de una crisis que dejó a muchos británicos más pobres, con aumentos de precios y mayores impuestos que socavan los bajos aumentos salariales.
Sin embargo, Osborne cree que no tiene más dinero para un impulso significativo del gasto, tras comprometer su reputación con un duro plan para eliminar un déficit presupuestario que aún es cercano al 8% del PBI, una meta difícil de cumplir ante la falta de crecimiento.
La semana pasada, el Fondo Monetario Internacional (FMI) había afirmado que el país necesita "más estímulos financieros" y que tendría que tomar en consideración una reducción de la presión fiscal para 2013.
Revés para Cameron
Este dato decepcionante de la ONE supone un nuevo revés para la coalición gubernamental liderada por el conservador David Cameron, que ayer volvió defender su polémico plan de austeridad para reducir el déficit público, y apuntó a la tormenta financiera que desde hace meses estremece a la zona euro, de la que Gran Bretaña no forma parte.
"Esta nueva contracción muestra el alcance de las dificultades con las que lidiamos, en particular la situación en la eurozona, donde nuestros vecinos también tienen muchas dificultades", dijo el premier conservador.
Muchos británicos redujeron sus gastos desde el estallido de la crisis y las empresas están conteniendo sus planes de inversiones, dado que la escasez de demanda y temores sobre contagios por la crisis de deuda de la zona euro pesan sobre la confianza, mientras que la escasez de crédito afecta a las compañías más pequeñas.
El malestar social y su eventual impacto en la seguridad cotidiana es otra de las consecuencias que amenazan a Cameron, cuyo gobierno, en un informe del mes pasado, no descartó que vuelvan a estallar disturbios en los suburbios pobres de los mayores centros urbanos del país, como los que consternaron al país en julio del año pasado en la capital británica.
http://www.lanacion.com.ar/1493372-se-profundiza-la-recesion-britanica