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10sospechasuyURUGUAY SUMA SOSPECHAS SOBRE UNA OBRA BINACIONAL
Miércoles 25 de julio de 2012 | Publicado en edición impresa
Una auditoría oficial atribuyó al gobierno argentino demoras que beneficiaron a una multinacional
Por Nelson Fernández  | Corresponsal en Uruguay
Las obras en el canal Martín García son un emprendimiento estratégico argentino- uruguayo. Foto: Archivo
Infografía: Ubicación
Documento: El informe oficial del tribunal de cuentas de Uruguay
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MONTEVIDEO.- El principal órgano de contralor de Uruguay concluyó que en contratos de obras binacionales en el Río de la Plata el gobierno argentino actuó de forma tal que favoreció a la empresa concesionaria encargada del dragado del canal Martín García . El gobierno uruguayo ahondó así las sospechas sobre ese millonario negocio, que ya ameritaron la apertura de una causa en la justicia federal argentina por un supuesto intento de soborno.
El informe uruguayo recoge testimonios en los que se hace mención de sospechas de coimas y dice que existen "situaciones que permiten irradiar dudas sobre la regularidad de los procedimientos" por los cuales se extendió el contrato con la empresa de capitales holandeses Riovia, encargada del dragado.

La cancillería uruguaya había solicitado expresamente al Tribunal de Cuentas de ese país (TCR) que analizara todo lo ocurrido en la Comisión Administradora del Río de la Plata (CARP) respecto de las licitaciones para obras en el dragado del canal, luego de que se desató un escándalo político en los dos países por las versiones de sobornos.

Según la auditoría, la posición de la delegación argentina en la CARP, "dilatando la discusión de temas importantes", facilitó la posición de Riovia, "tanto en lo relativo a mantener el vínculo como en relación con el precio pretendido para extenderlo". Anoche, la cancillería argentina emitió una declaración sobre la base de las versiones del dictamen que circularon en Internet. Sostuvo que le "llama la atención que los auditores uruguayos [.] hablen de sus dudas respecto del procedimiento cuando despejarlas fue la razón de la convocatoria a que realicen su investigación". Y deslindó responsabilidad en presuntas irregularidades en la licitación y los contratos, tal como indica el informe de la Sindicatura General de la Nación (Sigen), que se conoció ayer.

La auditoría uruguaya cuidó los términos, pero no se privó de apuntar a la delegación argentina. Al hablar de las dilaciones en la discusión del contrato, dijo que los funcionarios alegaban, "la mayoría de las veces, falta de instrucciones de distintas oficinas gubernamentales como respuesta a los planteos". Y añadió que eso "derivó en un escenario poco propicio a los intereses de la comisión para negociar la prórroga de febrero [de las obras de mantenimiento del canal]" y benefició a Riovia.

El dragado del canal Martín García es una obra binacional que contemplaba antes de la renovación un desembolso de 180 millones de dólares a lo largo de 10 años.

 
El dictamen desarrolló un capítulo especial a los informes periodísticos sobre denuncia de intento de soborno. Señaló que la duda sobre la regularidad del proceso "se ve ratificada" por información reservada -que decidió no divulgar- a la que accedieron los auditores. Explicó que se trata de los informes elevados a sus superiores por el ex embajador uruguayo en la Argentina Francisco Bustillo, hoy jefe de Gabinete de la Cancillería. Dijo que son reportes "sobre la situación que venía ocurriendo en la CARP respecto a la negociación con la empresa Riovia". En ese sentido, aconsejó al gobierno uruguayo que evaluara "la adopción de las medidas que correspondan a derecho".

El TCR mencionó el encuentro -que ya se había revelado en los medios- entre Bustillo y el ex vicecanciller argentino Roberto García Moritán, en el Jockey Club de Buenos Aires, "tras invitación de éste a tomar un café". El informe añadió que "la conversación giró sobre las obras del Martín García".

Según Bustillo, el "interlocutor" le manifestó que "tenía buenos contactos con Riovia" y que en esa empresa "estaban interesados en seguir con las obras". El diplomático uruguayo declaró ante el tribunal que García Moritán le transmitió que él "sabía -por comentarios- que la empresa había ofrecido en otras oportunidades sumas para verse beneficiada, lo que suponía podía volver a suceder". Para Bustillo, ese comentario marcó un punto de inflexión en el encuentro informal. "La conversación tomó un giro que no me gustó", declaró Bustillo ante el TCR.

Siempre según el relato del funcionario uruguayo, el diplomático argentino le avisó que "había invitado a esa reunión al señor Sergio Cetera, un representante comercial de la concesionaria". Bustillo dijo que le manifestó "su voluntad de no seguir con la reunión" y que justo en ese momento llegó Cetera, "a quien saludó, y se retiró inmediatamente".
Respecto de las sospechas por las dilaciones adjudicadas a las autoridades argentinas en la CARP, el TCR señaló que "el cúmulo de indicios [.] no permite sacar conclusiones firmes" y por tanto debilitan "la formulación de una eventual denuncia penal". Pero no dejó de destacar que "todos los episodios afectaron la transparencia en la negociación de la última prórroga con Riovia".
En sus conclusiones, enfatizó que "no se aprecian responsabilidades de los miembros de la delegación uruguaya ante la CARP".

EL DRAGADO DEL CANAL MARTÍN GARCÍA

VEINTE AÑOS DE HISTORIA
Una obra clave
En 1996, la Argentina y Uruguay acordaron encargar trabajos de dragado y señalización de los canales del área de Martín García (los canales del Río de la Plata entre el kilómetro 37 y el kilómetro 0 del río Uruguay). La licitación la ganó Riovía (de la firma holandesa Boskalis), que cobró, de acuerdo con el contrato, un total de 101.909.504 dólares los primeros dos años y 9.791.693 dólares los siguientes ocho en concepto de mantenimiento.
PROFUNDIZAR EL DRAGADO
El reclamo de Uruguay
En Uruguay reclaman que la Argentina cumpla con el acuerdo de profundizar el dragado y sostienen es reticente para favorecer el tránsito por el canal Emilio Mitre, de administración exclusiva de la Argentina. Dicen que demoraron intencionalmente la licitación y que eso favoreció a Boskalis, empresa a la que se le sigue prorrogando el mantenimiento del dragado. Boskalis y otras cuatro firmas internacionales compiten en la nueva licitación.
SE EMPAÑA LA RELACIÓN
Los rumores de corrupción
Las negociaciones para las nuevas obras de dragado quedaron bajo sospecha cuando el embajador itinerante uruguayo Julio Baráibar (hombre al que el presidente José Mujica define como "un hermano") dijo que estaban empañadas por un intento de coima del que había sido informado el canciller Almagro. Se refería a un supuesto intento de sobornos del que habría dado cuenta el ex embajador uruguayo en la Argentina Francisco Bustillo.
SUPUESTO OFRECIMIENTO
Una reunión sospechosa
Medios uruguayos dijeron que Bustillo había recibido un intento de soborno en una reunión en el Jockey Club de Buenos Aires. Allí estuvieron Bustillo; el representante de Boskalis, Sergio Cetera, y el diplomático argentino Roberto García Moritán. Bustillo dijo haberse retirado cuando llegó Cetera ante la sospecha de que podrían ofrecerle una coima. Según García Moritán, Cetera y Bustillo se fueron juntos. Boskalis niega cualquier intento de soborno.

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