Lo acusó de haber cambiado "poco o nada" su visión sobre América latina y de no entender la importancia de la región; "celos" por Irán
Martes 28 de diciembre de 2010
Alberto Armendariz
Corresponsal en Brasil
RIO DE JANEIRO.- En sus ocho años de gobierno, el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, siempre se ha caracterizado por decir lo que piensa. En su última semana en el poder, respaldado por altísimos niveles de popularidad, no se privó de lanzar una fuerte crítica a su par norteamericano, Barack Obama, por "menospreciar" a América latina.
"Cambió poco o nada la visión de Estados Unidos sobre América latina y eso me entristece mucho, porque estamos viviendo el proceso de democratización más importante del mundo", afirmó el mandatario durante una conferencia de prensa de despedida, pocos días antes de entregar el mando, el sábado, a Dilma Rousseff, su ex jefa de gabinete.
Durante el encuentro con los periodistas, Lula optó por arremeter contra Obama, quien no mucho tiempo atrás había caracterizado al presidente brasileño como "el" hombre. Lula recordó que en abril de 2009, cuando Obama participó de su primera Cumbre de las Américas, en Trinidad y Tobago, le prometió que prestaría más importancia que sus predecesores a América latina.
"Me gustaría que la relación de Estados Unidos con América latina fuera diferente de lo que es hoy -se lamentó el líder brasileño-. Pero la verdad es que no cambió nada la visión de ellos de América latina. No tienen una visión más optimista de América latina porque siempre prevaleció una visión de imperio con los países pobres."
Para Lula, Washington debe tomar conciencia de la importancia de la región, no sólo por su proximidad geográfica, sino también por la gran cantidad de latinos que viven en Estados Unidos. De todos modos, manifestó su esperanza de que el próximo año Obama se lance a conocer mejor el subcontinente.
"Espero que visite Brasil en 2011, pero lo importante es que visite no sólo este país, sino todos nuestros países, para que vea lo que está ocurriendo aquí", subrayó Lula.
El problema, para él, es que Washington siempre se "desentendió" de las realidades de otras naciones. "Como es un país muy grande, acostumbran tercerizar la política exterior; tienen un subsecretario de eso, y un subsecretario de aquello", apuntó, y agregó: "Nuestros críticos son aquellos que creen que al levantarnos por la mañana tenemos que pedir permiso a Estados Unidos para estornudar, tenemos que pedir permiso a Europa para toser".
De acuerdo con los documentos diplomáticos revelados por el sitio WikiLeaks, la administración Obama considera "antiamericana" la retórica del gobierno de Lula. Eso podría cambiar con la llegada al poder de Rousseff, que ya ha dejado entrever que no piensa continuar con algunas políticas que resintieron la relación con Washington, como el acercamiento de Lula a Irán.
La mandataria electa incluso eligió como su ministro de Relaciones Exteriores al diplomático Antonio Patriota, de estrechos lazos con funcionarios norteamericanos y de personalidad mucho menos dura que la del actual canciller, Celso Amorim.
Como era de esperar, Lula también se refirió a la frustrada mediación que en mayo último emprendió junto con el premier turco, Recep Tayyip Erdogan, para convencer a Irán de que acepte el monitoreo de su polémico programa nuclear. Afirmó que Estados Unidos se opuso al acuerdo que negociaron con Mahmoud Ahmadinejad por "celos" de que un país como Brasil, "del Tercer Mundo", hubiese tenido éxito.
"Ese tema del acuerdo de Irán me dejó decepcionado", afirmó. Ya el día anterior había contado que los logros en la negociación habían desagradado mucho a Washington.
"Obama estaba nervioso, muy irritado -contó-. Para mi sorpresa, había llamado al presidente ruso, Dmitri Medvedev, para quejarse por mi viaje a Irán. Cuando llegué a Qatar, Hillary Clinton había llamado al emir para quejarse por mi viaje. Hillary trabajó en contra todo el tiempo."
Y al referirse a las perspectivas de paz en aquella convulsionada zona, Lula pronosticó: "No habrá acuerdo en Medio Oriente mientras los Estados Unidos crean que pueden construir la paz solos, porque ellos son parte del conflicto".
Invariablemente, las preguntas de los periodistas derivaron en el futuro inmediato de Lula, y él aclaró que no consideraría la secretaría general de la ONU, como sugirieron los mandatarios de Francia, Nicolas Sarkozy, y de Bolivia, Evo Morales.
"Si un ex presidente de Brasil va a la secretaría general de la ONU, después podría ir un ex presidente de Estados Unidos y ahí las cosas serían más difíciles", dijo, en una nueva embestida contra la política exterior de Washington. Y aclaró que no está pensando en volver a lanzarse a la presidencia en 2014. "Trabajo con la idea de que Dilma será la candidata a la reelección; es justo y es legítimo", resaltó Lula, que deja el poder con un 87% de aprobación.
Pese a esa tremenda popularidad, afirmó que nunca se le cruzó por la cabeza proponer una reforma constitucional para mantenerse en el poder.
"Ahí uno pide un mandato más y después quiere cuatro, quiere cinco, y el país se va convirtiendo en una dictadurita sin que nadie lo note", comentó entre risas y lamentos de los periodistas bolivarianos.
Piñera, "en el límite de la ley"
SANTIAGO, Chile (AFP).- La Casa Blanca pidió disculpas a Chile por un cable filtrado por WikiLeaks que salió en 2009 de su embajada en Santiago, con críticas al entonces candidato Sebastián Piñera. "Tenaz y competitivo, maneja sus negocios y la política hasta los límites de la ley y la ética", decía el cable.
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1336950