GRECIA CIERRA EL CANJE DE LA DEUDA CON UNA APLASTANTE QUITA AL 95,7% DE LOS ACREEDORES
POR IDAFE MARTÍN. BRUSELAS, ESPECIAL
Se eleva a esa cifra al activar las cláusulas de acción colectiva. La adhesión voluntaria alcanzó casi el 86% de los tenedores de bonos. El gobierno heleno, que se ahorrará el pago de 100.000 millones de euros, logró la mayor reestructuración de deuda de la historia.
09/03/12 - 09:45
El melodrama de la crisis griega tuvo anoche otra escena histórica. El 85,8% de los acreedores privados del Tesoro griego –con bonos por valor de 152.000 millones de euros emitidos bajo legislación helena- aceptaron la oferta de canje para realizar una quita que a Atenas le ahorrará el pago de 100.000 millones de euros del total de 350.000 millones de su deuda pública.

Activando las cláusulas de acción colectiva, un mecanismo para imponer la quita, la aceptación del canje fue del 95,7%. También aceptaron la operación tenedores de bonosemitidos bajo legislación extranjera por un valor de 20.000 millones de euros.

La quita será del 53,5%, lo que a los acreedores privados les supone una pérdida real del 75%. En el canje, por cada 100 euros, los acreedores recibirán 46,5 euros en dos bonos. El primero equivale al 31,5% del valor nominal del antiguo bono, a 30 años y una tasa que irá subiendo del 2% hasta el 4,3% según la evolución del PBI heleno. Sólo lo respalda Grecia. El segundo, al 15% del valor nominal del bono viejo y será una letra a dos años con el respaldo del fondo de rescate europeo.

Todas las reacciones fueron positivas. Evangélos Vénizélos, ministro de Finanzas griego, dijo que su gobierno considera la operación un éxito porque "obtuvo un grado de aceptación muy elevado".

Como a quienes no han aceptado voluntariamente el canje Grecia se los impondrá a la fuerza, se podrían activar los seguros contra impago de deuda, los opacos y especulativos credit default swaps.

Atenas impondrá la quita a la fuerza a inversores privados que suman 25.000 millones de euros en bonos helenos. Para Venizélos, no hay peligro en la activación de los credit default swaps porque el monto que queda fuera del canje "voluntario" es poco importante "para el tamaño de la economía griega y de la economía europea".

La Asociación Internacional de Canjes y Derivados (ISDA, en sus siglas en inglés) se reúne hoy mismo para decidir si los inversores a quienes se les impone a la fuerza el canje tienen derecho a cobrar esos seguros, algo que teme el Banco Central Europeo porque no sabe quién tiene qué ni a quién se le han vendido.

Los ministros de Finanzas de la zona euro mantendrán esta tarde una conversación telefónica en la que deberían validar la operación griega. Si no hay más retrasos -y ya no queda mucho tiempo para arrastrar los pies- deberían dar su visto bueno para que el FMI haga lo mismo el 15 de marzo.

Ésa sería la aprobación definitiva del segundo rescate europeo a Grecia, otros 130.000 millones de euros después de los 110.000 de mayo de 2010. El dinero tiene que estar en Atenas antes del 20 de marzo o Grecia irá al default desordenado porque debe cumplir con un vencimiento de bonos por valor de 14.400 millones de euros para el que no tiene fondos.

Josef Ackermann, jefe del Deutsche Bank alemán y presidente del Instituto Internacional de Finanzas (IIF, el lobby bancario), dijo que "los positivos resultados dan una importante oportunidad a Grecia para caminar hacia un programa de reforma económica". Y agregó: "Son pasos importantes para resolver la crisis de deuda griega y los problemas fiscales de la zona euro restaurando la estabilidad financiera".

Para el Ministerio de Finanzas alemán el "alto nivel" de participación es"una oportunidad histórica" para que Grecia arranque de nuevo.

Olli Rehn, comisario europeo de Asuntos Económicos, dijo esta mañana en un comunicado que el canje "es un elemento indispensable para asegurar la futura sostenibilidad de la deuda pública griega y una contribución decisiva a la estabilidad financiera del conjunto de la zona euro".

El trabajo no acaba y Atenas debe seguir ajustando. Rehn recordó a las autoridades griegas que deben "mantener su fuerte compromiso con el programa de ajuste económico y con la aplicación rigurosa y a tiempo" de las reformas económicas impuestas por la UE.

El de ayer fue un paso más y Grecia sigue al límite. Los griegos votan a finales de abril en unas legislativas que, según los últimos sondeos, podría dar un resultado casi imposible de manejar. Una subida de tres pequeños partidos de extrema izquierda -contrarios a los ajustes y a estos rescates- y el hundimiento de los partidos tradicionales, los que sostienen al banquero Papademos, el premier impuesto por la UE.