FECHA: 06/02/17
Setenta millones de personas de 45 países necesitarán asistencia alimentaria este año
La Red de Sistemas de Alerta Temprana contra la Hambruna (FEWS, en sus siglas en inglés) advirtió ayer que Nigeria, Sudán del Sur, Somalia y Yemen se enfrentan a una amenaza de hambruna debido a los conflictos bélicos que afectan a estos países junto con la sequía y la inestabilidad económica.
Esta herramienta creada por Usaid, la agencia de desarrollo de EE.UU., se basa en una escala de inseguridad alimentaria, del 1 (mínimo) al 5 (hambruna), para prevenir crisis humanitarias. En estos momentos, Nigeria, Sudán del Sur y Yemen tienen áreas del país en fase 4, de emergencia, a un paso de una situación irreversible. Buena parte de Somalia está en el nivel 3, de emergencia.
FEWS informa de que para “salvar vidas” es necesario mejorar el acceso a las poblaciones aisladas por la inseguridad, no sólo en los países citados sino también en Chad, República Centroafricana, Sudán, la región de los Grandes Lagos, Ucrania, Siria, Afganistán e Irak. FEWS calcula que durante el 2017 unos 70 millones de personas de 45 países precisarán ayuda humanitaria para sobrevivir, 20 millones más que hace dos años.
La violencia afecta los medios de vida y limita el comercio de las poblaciones más vulnerables, además de restringir la llegada de ayuda humanitaria. Otro factor es la reducción de las últimas cosechas y del pasto para el ganado a causa de la sequía.
FEWS subraya que el panorama es mucho peor para los cuatro países citados anteriormente, que ya suman varios años de inestabilidad. El acceso a alimentos básicos está bajo mínimos y se teme que nuevos combates empeoren la situación abocando a la población de varias zonas a una hambruna. De hecho, en Nigeria se sospecha que ya se produjeron episodios de hambruna en el 2016 que persistirán en el 2017 en enclaves a los que no se ha podido llegar a causa de las operaciones armadas. El estado de Borno es el epicentro del terrorismo de Boko Haram, que ya ha causado 1,4 millones de desplazados.
FEWS reitera que es vital que se mejore el acceso y se prosiga facilitando asistencia humanitaria a los estados de Unity y Bahr el Ghazal, en Sudán del Sur, si se quieren “salvar vidas”. En Somalia se teme que se repita la catástrofe del 2011, cuando el hambre mató a 260.000 personas. En este caso, los expertos apuntan a que las causas serían las pobres lluvias registradas entre octubre y diciembre pasados, sumado a las también escasas precipitaciones que se prevén para la próxima primavera.
Y Yemen ya está sufriendo la mayor emergencia alimentaria del mundo con hasta diez millones de personas en situación crítica, de los cuales dos se encuentran en la fase 4 de la escala de FEWS, rozando la hambruna. Los niños son las principales víctimas. Sólo en la zona portuaria de Al Hudaydah los menores de cinco años con desnutrición ¬aguda severa han aumentado
un 40%.
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