Por AMDuemila – 22 de mayo del 2020
"El 23 de mayo de 1992 tenía sólo diez años y hasta entonces nunca había oído hablar de Cosa Nostra, de Giovanni Falcone ni de Paolo Borsellino. Cuando se difundió la noticia de la masacre, estaba en la casa de unos amigos de la familia, que tuvieron un papel extraordinario en mi formación y en mi vida como niño y adolescente; la noticia interrumpió la transmisión televisiva que estábamos viendo, busqué su mirada para tener una especie de orientación sobre el significado de lo que acababa de escuchar y en sus ojos encontré un dolor y una desesperación que nunca olvidaré".
Así es como recordó el magistrado antimafia, hoy jefe adjunto del DAP (Departamento de Administración Penitenciaria), Roberto Tartaglia, en una entrevista con AGI, aquel 23 de mayo de hace veintiocho años.
"En un instante – siguió diciendo el fiscal – y a pesar de no saber nada de Giovanni Falcone en ese entonces, sentí por dentro que esa pérdida era incalculable, monstruosa. A partir de ese preciso momento tuve la necesidad de llenar ese 'vacío de conocimiento', el deseo de conocer y comprender las razones, los valores, las historias de esa experiencia extraordinaria. Desde el día siguiente, por lo tanto, comencé a grabar todos los informes de los programas de noticias en algunos viejos VHS, los especiales, las entrevistas que se transmitían diariamente. Todavía conservo esas cintas, la primera grabación es del 24 de mayo de 1992: me pasó muchas veces de volver a verlas y pensar que, a partir de esas grabaciones, hechas cuando tenía sólo diez años, mi vida cambió inexorablemente, como la de muchos jóvenes de mi generación. Esos VHS son hoy el signo indeleble de un recuerdo que debe ser honrado".
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- ANTIMAFIA DUEMILA