Son cientos de miles de chicos que escapan de la miseria en África. Un informe de Unicef detalla los abusos que sufren cuando llegan a Libia.
Niños refugiados de Sudán del Sur. La ruta hacia Europa arrastra a cientos de miles de chicos africanos a un infierno. / AFP
Cientos de miles de niños y mujeres que huyen de las guerras, el terrorismo y la miseria en África sufren un infierno de abusos y maltratos en su ruta hasta Libia y en el país africano. Según un informe de UNICEF –la organización de Naciones Unidas para la infancia- publicado hoy martes, los menores y las mujeres sufren abusos en Libia y corren el riesgo de caer en redes de prostitución cuando llegan a Europa.
Según UNICEF, más del 90% de los 29.000 niños llegados en 2016 a Italia desde Libia lo hicieron sin la compañía de un adulto, algunos desde lugares como Sierra Leona -donde sus padres murieron hace dos años por la epidemia de Ébola- o Nigeria -huérfanos tras ataques de los yihadistas de Boko Haram-.
El informe asegura con datos y testimonios que tres cuartas partes de los niños y niñas dicen haber sufrido algún tipo de violencia o acoso a manos de adultos, que la mitad de las mujeres sufrieron violencia sexual, que la mayoría de los niños y mujeres dependió de traficantes de personas en algún momento de su camino hacia Europa y que la mitad de los niños entrevistados reconocieron haber sufrido palizas.
Algunos niños entrevistados por UNICEF pasaron meses años detenidos en centros de reclusión de migrantes y refugiados en Libia controlados por milicias armadas. Un niño de 9 años llamado Kamis y procedente de Nigeria dijo a los investigadores de UNICEF que había pasado cinco meses en el centro de detención de Sabratha, “donde nos pegaban cada día, pegaban a los bebés, a los niños y a los adultos”.
La inmensa mayoría de los que llegan a Europa desde Libia reciben asilo, pero los gobiernos europeos están haciendo todo lo posible para cerrar esa ruta y que no sigan llegando.
A pesar de que informes respaldados por Naciones Unidas y por la diplomacia alemana aseguran que los centros de refugiados en Libia son el escenario de masivas violaciones de los derechos humanos más básicos, “infiernos vivientes” donde se abusa sexualmente de niños y niñas, se los prostituye a la fuerza y se los obliga a trabajar.
En esos centros mujeres, hombres y niños sufren torturas, violaciones, trabajos forzados y hasta extracciones de órganos para el mercado negro de trasplantes. Muchos de los niños entrevistados por UNICEF para este informe pasaron por alguno de esos campos de refugiados.
Un policía libio dijo a UNICEF que los agentes ni se acercan a los centros de reclusión de migrantes y refugiados controlados por las milicias armadas “o nos arriesgamos a que nos maten”. Los gobiernos europeos quieren que Naciones Unidas envíe personal a las zonas controladas por las milicias armadas en Libia, pero la organización internacional se niega por falta de seguridad.
La Media Luna Roja recoge cadáveres de inmigrantes ahogados en el mar, en las costas de Libia. / EFE
Los refugiados y migrantes que consiguen embarcarse en un gomón miserable sin condiciones de navegabilidad ni carburante para llegar a Italia y que dependen de que los rescaten en el mar han pasado, en su mayoría, meses o años viviendo un infierno.
En 2016 más de 181.000 refugiados y migrantes consiguieron embarcarse en Libia hacia Europa. 25.800 de ellos eran menores de edad no acompañados. El mar se tragó para siempre a 4.579.
Este año va a peor: El ‘International Migration Institute’ calculaba que entre el 1 de enero hasta el 22 de febrero habían muerto entre Libia e Italia 326 personas. En el mismo período del año anterior murieron 97.UNICEF pide a Europa que abran vías seguras para que los refugiados que huyen de los conflictos de África puedan llegar al viejo continente. Europa hace oídos sordos y negocia con el gobierno libio –que apenas controla una pequeña franja de su territorio- para que frene las salidas de gomones.
Pero parece improbable que los dirigentes europeos actuales decidan abrir una ruta segura desde el norte de África.
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